Carta a mi Gato Auri | Un año sin ti

Querido Auri:

Aquí estoy, un año más viejo y tú un año más eterno.

A veces, cuando me asomo a la terraza, todavía creo que vas a maullarme. Como si fueras a aparecer en el rascador, mirándome con esos ojos que pedían atención sin palabras. Los primeros meses te veía por todas partes. Tu ausencia pesaba en cada rincón.

La casa está demasiado silenciosa sin ti. Ya no hay maullidos pidiendo comida a deshoras. Nadie se sube al fregadero a exigirme agua del grifo. Nadie me muerde cuando se enfada. Fuiste el primero, Auri. El que lo empezó todo. Yo estaba solo y llegaste tú, abriendo un camino que cambió mi vida. Hoy son siete. Ya no sé vivir sin gatos. Por eso te escribí un libro. Por eso tienes esta web. Porque tú fuiste el principio de todo esto.

Carta a mi Gato Auri | Un año sin ti

Siempre fuiste especial. Con tu pelaje dorado que brillaba al sol, como si fueras parte de él. Te tumbabas justo donde entraba más luz, absorbiendo cada rayo. Y tus manías… ¡Dios, tus manías! Marcaste cuatro sofás en poco tiempo. Pero qué le íbamos a hacer. Te queríamos tal como eras.

Cuando perdiste la cola con solo cinco años, pensé que te perdería. Pero me regalaste nueve años más. Nueve años que valieron por una vida entera.

Isis te echa mucho de menos. Dormíais juntos, casi abrazados. Desde que te fuiste, no ha vuelto a dormir con nadie así… excepto con Spooky. Spooky… me habría encantado que la conocieras. Tiene algo tuyo: es sociable, sin miedo, siempre buscándome. Se sube al escritorio pidiendo mimos. Está un poco loca, sí, pero os habríais llevado bien. A veces me recuerda tanto a ti que duele y consuela a la vez.

Carta a mi Gato Auri | Un año sin ti

Y Luisa, tu primera hermana —ya sabes cómo es: posesiva, intensa—, también te extraña a su manera. Hasta las demás gatas, aunque a veces las hacías enfadar, seguro que sienten tu ausencia. Ellas viven el presente, y eso es una lección. Seguro que saben dónde estás.

Cuando supe que no volverías, lo primero que pensé fue si estarías solo, esperando que fuera a buscarte. Pero luego entendí que allí el tiempo es distinto. Para ti será solo un parpadeo. Y cuando nos veamos otra vez, será como si solo hubiese pasado un segundo.

Te echo muchísimo de menos, Auri. Siempre serás parte de mí. Por suerte, ahora sé dónde estás. Todavía no estoy listo para contar esa historia que empecé hace un año, pero lo estaré. Pronto. Muy pronto.

Con todo mi amor,
Alejo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio